Sin entrar en un análisis técnico del edificio que colapsó en Miami, es importante reflexionar sobre las advertencias que genera este hecho sobre las construcciones y el modo en que se proyectan, ejecutan y mantienen éstas en nuestro medio.
Los ingenieros que nos dedicamos al proyecto y construcción de estructuras vemos con preocupación que no hay instancias eficientes de revisión de nuestros trabajos o no se cumplen debidamente, teniendo en consideración que todos estamos sujetos a posibles equivocaciones.
En nuestro país se han implementado ciertos controles como la revisión técnica de ascensores, fachadas y balcones, la verificación técnica de vehículos, etc.; sin embargo, no existen normas que obliguen a revisar los proyectos de estructuras, su ejecución y posterior mantenimiento.
El colapso de Miami muestra la importancia de la existencia de archivos ordenados de la documentación conforme a obra de todos los edificios y un registro actualizado de los trabajos de inspección y mantenimiento que se ejecutan en ellos.
Otra realidad que preocupa es el hecho de que personas que no son especialistas en estructuras, como propietarios o inquilinos, practican reparaciones y/o modificaciones que ocultan deterioros a los cuales no les asignan la importancia y los riesgos que implican, por ejemplo: fisuras, grietas y signos de corrosión en columnas u otras partes de la estructura y elementos vinculados a la misma. Ante estas manifestaciones, encaran una reparación cosmética que oculta la posibilidad de identificar en forma temprana un verdadero cáncer que podría llevar a la estructura, en pocos años, a su destrucción.
El Instituto de Construcciones y Estructuras de la Academia Nacional de Ingeniería, recomienda a las autoridades que se jerarquicen las funciones del organismo rector de la seguridad de las construcciones (Centro de Investigación de los Reglamentos de Seguridad de las Obras Civiles, CIRSOC). Para ello debe dotárselo de los mínimos recursos y atribuciones para generar, utilizando su competencia, acciones de control a través de los organismos que correspondan. Se evitarían así, muchos de los hechos que se producen en las obras del país con demasiada frecuencia y que, sin llegar a la trascendencia del colapso de Miami, han producido pérdidas fatales en obras diversas y en sus linderos.