El Gobierno porteño y la Unión Obrera de la Construcción consensuaron un esquema para reanudar unas 3.500 obras privadas que están paralizadas en la ciudad de Buenos Aires por la cuarentena obligatoria. Fue acordado durante un encuentro entre el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, del que también participó el ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad, José Luis Giusti, en el que analizaron cómo aplicar los protocolos de seguridad acordados entre el sindicato y la cámara empresarial.
Carlos Spina, socio y gerente comercial de Argencons y secretario de la Asociación Empresarios de la Vivienda, rescató el trabajo conjunto que vienen realizando con las entidades del sector y Camarco para reforzar la mesa de la Vivienda y gestar un plan de reactivación, un reclamo al cual se ha unido la UOCRA, una incorporación de importancia en las gestiones que se están realizando. Sin embargo, puntualizó ante Áreas Globales que “el sector más golpeado ha sido la construcción que ya venía en caída desde marzo de 2018 y situación que se agravó con la cuarentena”, habida cuenta de que en un año se perdieron 150.000 puestos de trabajo. Además, si se compara con otros rubros, en la construcción la caída se duplicó para llegar a un 28%. Sin duda, la foto es dramática”.
Por su parte, el ingeniero Flavio Galli, fundador y CEO de la constructora y desarrolladora Grupo Tueroc, en el mismo sentido, opinó que “hoy ya no sabemos más que hacer, especialmente por la cadena de valor que está vinculada con nuestra industria. Somos fuente de trabajo continuo, sobre todo en los sectores más vulnerables, que aunque los gobiernos los mencionan, no escuchamos hablar de la construcción”.
Ambos consideran que las obras no van a tener el ritmo que tenían, y se sigue postergando la fecha de inicio de un mes al otro. Al respecto, Spina precisó que “ninguna medida puede funcionar sin fijar un plan de reactivación, que no será de un día para otro, la situación hoy es delicada hay obras paralizadas y otras ralentizadas. Lo primero son las que están en curso. Hay que considerar que el ciclo de una obra es más largo que el ciclo económico. A la hora de invertir, la sociedad requiere definiciones sociales y económicas que brinden certezas”.
MEDIDAS
Las medidas no sólo incluyen el control de la temperatura de cada obrero y la provisión de elementos de protección personal, sino también un estricto dispositivo para transportar a los trabajadores hasta las obras, pagado por las empresas constructoras, ya que el gobierno nacional se opone a que la gente vaya a trabajar en el transporte público para evitar los contagios.
Rodríguez Larreta y Martínez convinieron que mantendrán la semana próxima otra reunión a la que serán convocados la Cámara de la Construcción (CAMARCO) y los principales desarrolladores inmobiliarios para continuar perfeccionando la propuesta que deberá ser elevada al gobierno nacional para que analice su viabilidad.