“Para el usuario, el equilibrio entre eficiencia energética y energías renovables representa un gran ahorro para su bolsillo. Entonces, ser sustentable es un buen negocio", opinó.
El uso de energías renovables residencial, complementado con eficiencia energética, implica un gran ahorro en el consumo y en consecuencia, una fuerte reducción de la factura de energía. Estado y particulares deben poder entender la diferencia entre ser consumidores o prosumidores. Se necesita tomar conciencia sobre el uso responsable y eficiente de la electricidad, expresó.
Con esta nueva ley, ya no hace falta invertir en baterías ya que uno puede inyectar energía en la red. En consecuencia, el costo de instalación de un sistema de energía renovable residencial bajó un 50%, destacó.
El docente y experto ambiental comentó que, por otra parte, ya existen herramientas de financiamiento, como la del Banco Nación, que tiene una línea de crédito para este tipo de proyectos con tasa subsidiada, con lo cual la inversión se recupera con el repago.
Respecto de los costos, estimó que aproximadamente, un panel de 2x1 metros -que produce unos 350 watts- está entre los U$s150 y U$s200, según su eficiencia.
Por último, indicó que la instalación de paneles solares “se gestiona a través de Trámites a Distancia de la página del Gobierno nacional donde se pide la instalación de un medidor bidireccional que mide lo que se toma de energía de la red eléctrica y cuanto se le inyecta.”