El ofrecimiento fue cursado por la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) a la ministra de Desarrollo Territorial y Habitat, María Eugenia Bielsa y al ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
Ello fue así, como señaló a Áreas Globales su presidente, Damián Tabakman, considerando que ellos mismos lo habían impulsado en el 2013, y sirvió para movilizar operaciones. No obstante, indicó “No veo avances concretos con los Cedines por parte del gobierno por ahora. Aún no tenemos devolución”.
Por su parte Luis Guido, director de Grid SA sostiene que “si bien entendemos positiva y acompañamos cualquier medida que colabore a mejorar la situación del sector, pensamos que el CEDIN (tal y cual lo conocimos en su creación en 2013) no tendrá un impacto considerable en la actividad, como tampoco la tuvo en aquel momento. Sin embargo, desconocemos en qué condiciones se podría acceder a los CEDINES. En 2013 aparecía como una interesante medida para aquel que pretendía blanquear dinero. La duda es si hoy también esta opción sería atractiva para quienes se encuentren en esa condición”.
Para el empresario, la situación del mercado actual es incluso más crítica que la de ese entonces: la economía está, y estará en los próximos meses más retraída aún que en aquel momento, con la única similitud de la falta de acceso a los dólares.
“Muchas son las medidas que influirían positivamente en la actividad: entre ellas rebajas impositivas a la industria de la construcción, a los costos de escrituración, créditos intermedios a desarrolladores y constructores y, fundamentalmente, créditos hipotecarios accesibles, subsidiados y a largo plazo para la enorme cantidad de personas que hoy no pueden acceder a la compra de su primera vivienda o a la posibilidad de ampliarse de acuerdo a sus necesidades” concluyó Guido.
DESAZON EN LA INDUSTRIA
El Dr. Ricardo Andino, presidente de la Cámara de la Vivienda y Equipamiento Urbano de la Argentina, afirmó no tener una posición respecto de los Cedines. Sin embargo, comentó “la profunda desazón del todo el sector. La pandemia del covid 19 ha hecho estragos no sólo en la realidad cotidiana y actual de las empresas y estudios profesionales, sino también -y lo que tal vez sea más serio- en sus expectativas”.
El sector público, dice, no sólo no llama a la construcción de nuevas viviendas, sino que continua sin pagar o pagando irregularmente aquellas que estaban en ejecución. El sector privado tampoco puede construir, en particular en los lugares donde el déficit y no casualmente, el foco epidemiológico es más notorio.
El único plan de viviendas conocido es harto restringido en sus alcances y sobre todo destinado a los denominados “sectores de la economía popular” que excluye tanto a las empresas como a los trabajadores registrados.
El sostenimiento de las fuentes de trabajo, aún con el aporte de la ayuda gubernamental, es absolutamente insostenible en el tiempo, sin retomar u obtener trabajo real y efectivo.
Y respondiendo a otra pregunta al respecto de Áreas Globales, sostuvo que “no hemos tenido al momento, noticias sobre nuestra propuesta de un plan de 100.000 viviendas, ni mayores precisiones acerca de aquel que el gobierno denominó Argentina Construye”.