Un moderno Centro de gestión para la comuna 12, en la ex AU-3

Se conocieron los resultados del Concurso Nacional de Anteproyectos para la sede del Centro de Gestión y Participación Comunal CGPC Nº 12, organizado por la Sociedad Central de Arquitectos y cuyo promotor es el Gobierno porteño. El área de intervención surge de la desafectación de la traza de la ex AU-3, área para la que se intenta garantizar la existencia de viviendas, reconstruir el tejido social y urbano y recuperar la edificación existente.

El proyecto urbano apunta a una renovación integral de la zona, contemplando la reestructuración y recalificación del espacio público, la recuperación de la conectividad transversal del sector y la generación de una imagen urbana que asegure la identidad futura de esta franja de la ciudad. El terreno asignado al concurso, y al futuro CGPC 12, de esquina, se ubica en la intersección de la calle Holmberg, y las vías del FC ex-Mitre, donde se prevé un cruce vehicular bajo el nivel de las vías, y un diseño integral del espacio público a cargo del arquitecto Clorindo Testa, proyecto que le fuera encargado por el GCBA en junio último, como parte de un reconocimiento a su trayectoria y a fin de contar con un espacio público de su autoría en la ciudad.

LA PROPUESTA PREMIADA

El primer premio de este concurso fue adjudicado al arquitecto Hernán Rosemberg, junto a sus colaboradores, los arquitectos Marina Beccar Varela, María Gay, Facundo Núñez, Sofía Peña, Benjamín A. Pozzo y Matías Repetto. Según su autor, “La propuesta busca sintetizar los elementos intervinientes en el sector, potenciar los objetivos del proyecto urbano y dar respuesta a las necesidades del programa”. Sugerido por su función, el edificio, como gesto de descentralización administrativa, está pensado desde lo público. Es una pieza transparente y permeable, en diálogo directo con el entorno inmediato. Por eso a nivel 0m, donde se da el programa de intercambio sociocultural, se integra con el espacio exterior incluyendo la propuesta de Clorindo Testa al edificio y convirtiéndolo en el hall y foyer del proyecto.

“La articulación de los programas se da a través de la continuidad espacial, donde el control de la percepción, por tanto, no se entrega a las superficies que encierran espacios sino a las superficies que discurren por los espacios”, afirma Rosemberg. Se plantea el uso de sistemas prefabricados: una estructura metálica, conformada por módulos de 8 m de lado y sub-módulos de 4 m, con vigas, también metálicas, de 0,38m de altura y sobre ellas un sistema de losas Steel Deck a modo de encofrado perdido con losas de hormigón armado in situ. El cerramiento es una carpintería de piso a techo, con un sistema de parasoles separados 0,60 m respecto de la fachada, armando un sistema ventilado con niveles de aislación térmica en todos los cerramientos para optimizar el consumo de energía, preocupación de los proyectistas.

CRITERIOS DE AHORRO ENERGETICO

El doble cerramiento resuelve sobre la fachada norte del edificio un sistema de parasoles que controla la entrada del sol en verano y se adecua al trayecto y al ángulo solar a lo largo del año. Permite, por convección natural, el ascenso del aire caliente y su reemplazo por aire frío. Se cierra en la parte superior, mediante una trampa, para recuperar el aire caliente del interior y proteger a la fachada norte del frío en invierno.

La fachada sur lleva una carpintería integral (con doble vidriado hermético) abierta para permitir la mejor iluminación en espacios de trabajo. Para favorecer el ahorro energético, las aberturas Norte-Sur permiten una ventilación transversal que pueda dispersarse a través de todos los usos del edificio. Con similar criterio de ahorro, el sistema de iluminación artificial se propone de LEDs de alta potencia, que producen luz blanca para iluminación general, ahorrando así un 87% de energía eléctrica.