Según un informe de Newmark Grubb Bacre, a pesar de la difícil situación económica en los últimos años, Argentina se beneficia de una alta penetración de Internet de más del 80%, y de una de las más altas tasas de uso de internet móvil de todos los países de Latinoamérica. El país se dirige a consolidarse con un alto potencial del e-commerce, a la par de Brasil, de aquí al año 2024.
Las proyecciones para el año último, solo en Latinoamérica, estimaban que el mercado de e-commerce sería de unos 69.000 millones de dólares. Es por eso que pensar el negocio de real estate es una condición indispensable si el objetivo es el crecimiento y desarrollo de plataformas logísticas o de grandes depósitos necesarios para acompañar esta nueva modalidad.
OPERACIONES Y LOGÍSTICA
Cuando un pedido ingresa a una tienda virtual, es necesario dar respuesta al mismo para que llegue satisfactoriamente a los clientes. Entre la compra y la entrega, se suceden distintas instancias que es preciso contemplar. Aunque la posventa permite conocer si una persona está o no satisfecha con su pedido, es necesario tener en cuenta que en nuestro país, la logística aún no es perfecta y presenta inconvenientes, generando obstáculos para el crecimiento de esta modalidad.
Actualmente, se están construyendo nuevos desarrollos o plataformas logísticas en localizaciones cercanas a los principales accesos a la ciudad. Estos centros de distribución, pensados como primera opción de almacenar y distribuir mercaderías, serán complemento de aquellos sitios donde el cliente se encontrará finalmente con el producto comprado. La logística actual obliga a pensar y desarrollar grandes almacenes que alimentarán a pequeños espacios que darán respuesta a la famosa última milla.
E-COMMERCE EN LA ARGENTINA: CRECIMIENTO CON PROBLEMAS
La modalidad de comprar en línea crece en el país, impulsada por las ventas en cuotas y la financiación con tarjetas de crédito. No obstante, algunas cuestiones logísticas retrasan su desarrollo. El 80% de los argentinos tiene acceso a internet y 8 de cada 10 usuarios alguna vez realizaron una compra online. Sin embargo, no todas las experiencias son positivas ya que el 58% de los envíos llegan luego de una semana, y el 34% después de 15 días. Muy distinto de aquellos países donde el e-commerce se encuentra muy consolidado y el 80% de los pedidos llega a las manos de sus dueños dentro de las primeras 24 horas de realizada la operación.
El mercado argentino no es la excepción: el 45% de los compradores consultados eligieron recibir el producto en casa, un 35% retiró el producto en el punto de venta, y el 20% lo buscó en una sucursal del correo.
Según el experto en comercio electrónico y fundador de ShipNow, Tomás Allende, "las mejoras en logística son el principal factor que puede actuar como acelerador del e-commerce en la Argentina, a la par con las nuevas tecnologías de automatización e integración de procesos". Por otro lado, una encuesta de la CACE reflejó que la mayor barrera para el desarrollo del e-commerce en Argentina es la logística, seguida por la inseguridad de brindar los datos de la tarjeta de crédito y los altos costos de los envíos.
La entrega de mercaderías al cliente final representa el último eslabón de la cadena de distribución y uno de los retos logísticos más desafiantes. Varios factores como la densidad, la planificación y la ordenación y movilidad urbana, afectan la distribución de mercancías en la ciudad. Contar con grandes depósitos en áreas o sectores cercanos a las grandes ciudades es solo un eslabón del proceso. El otro, no menos importante, es el desarrollo de pequeños depósitos o puntos de entrega/ retiro del producto dentro de la misma ciudad. El impacto de estos factores sobre los costos de distribución puede llegar a superar el 28% de los costos logísticos de una empresa.
De igual forma, la misma red de recursos para la distribución tiene un impacto negativo sobre la movilidad y el medio ambiente en las ciudades. La distribución urbana de mercancías puede generar hasta un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero y un consumo de hasta el 50% del combustible de toda una ciudad. Estos retos e impactos negativos se han venido acrecentando debido al aumento de la demanda de estos servicios y su complejidad.
En un mundo donde Internet ha cambiado nuestros hábitos de consumo, las empresas están bajo presión para proveer entregas más eficientes, donde los estándares de servicio y la calidad son más altos, pero los tiempos y los precios deben ser más bajos. Por esto, debemos buscar soluciones innovadoras que permitan cumplir con todos los requerimientos de los clientes y a la vez generen un impacto positivo en el medio ambiente y la movilidad de las ciudades.
Repensar la localización de depósitos o centros de distribución que permiten asignar servicios de distribución a los recursos más cercanos, evitando de esta manera desplazamientos innecesarios es hoy uno de los desafíos más importantes. Como resultado tendremos tiempos de entrega más cortos y menos consumo de combustible. Pensar plataformas logísticas de pequeña, mediana y gran escala tiene como objetivo facilitar la vida de las personas, mejorar el desempeño de las empresas, aportar a la movilidad y aumentar la competitividad de las ciudades.