Se trata de un auditorio subterráneo que cumple con los más altos estándares de acustización y sustentabilidad, construido con cielorrasos y placas de yeso Knauf Cleaneo Akustik.
En este proyecto -pensado para ser utilizado por los estudiantes de la institución y toda la comunidad- se aplicó tecnología de punta para lograr las más altas condiciones de sustentabilidad y un óptimo confort acústico. Así, se integraron de manera estética las instalaciones de sonido, iluminación y arquitectura, en un proyecto ambicioso y de alta complejidad.
En el evento participaron el arquitecto a cargo del proyecto y dirección de la obra Guillermo Mariano; la especialista en acústica arquitectónica, Arq. Andrea Farina; el experto en audio, video y lighting Juan Manuel Bagato; y el referente en sustentabilidad y diseño bioclimático Dr. Jorge Daniel Czajkowski. Además, contó con la presencia del Arq. Miguel Jurado, que moderó las disertaciones.
El proyecto nació en el 2007 como puesta en valor del edificio escolar, de 3000 m2 primario y secundario. El SUM tiene 700 m2 con una capacidad de 400 personas sentadas o 500 paradas. Se trata de una construcción que está en el subsuelo, justo debajo del patio, por lo que constituyó un desafío lograr óptimas condiciones de acústica, iluminación y ventilación, sin dejar de lado las cuestiones sustentables. Por las particularidades de la obra, resultó fundamental la utilización de las placas de yeso, material perforado y fonoabsorbente que contiene zeolita, mineral microporoso
de origen volcánico que actúa como catalizador natural. Las perforaciones de la placa sirven tanto para absorber ruidos y evitar la reverberación como para que la zeolita reaccione químicamente con las sustancias tóxicas y odoríferas presentes en el aire de ambientes cerrados y las elimine. De esta manera, se neutralizan los malos olores y sustancias perjudiciales como el benceno y el amoníaco proveniente de los productos de limpieza, que en la mayoría de los edificios -por estar construidos de manera hermética- terminan afectando el bienestar y la salud de quienes habitan ese espacio.
En relación a las condiciones de iluminación, audio y video, el especialista resaltó la excepcionalidad de este tipo de edificios en el país y sostuvo que una de las principales preocupaciones fue conseguir un espacio que consuma la menor cantidad de energía posible. “En este ambiente, con sólo 300 watts se puede lograr una amplificación que en otro lugar no se logra con menos de 2000 watts”, sostuvo Bagato.
El auditorio de IJME cumple con todas las normas para obtener la certificación Leadership in Energía and Environmental Design (LEED), sistema internacional de certificación desarrollado por el USGBC que verifica y aprueba que una construcción ha sido desarrollada implementando las nuevas prácticas ambientales creando una mayor eficiencia en su edificación. Esta certificación se obtiene después de uno o dos años de inaugurada la obra, por lo que se espera que sea aprobada por este sistema en ése término.