“No es fácil para una empresa desarrollista financiar viviendas para la clase media sin crédito hipotecario”, dice Jaime Garbarsky, fundador y CEO del Grupo Ecipsa, que a través de la firma Natania ha entregado más de ocho mil unidades en las nueve provincias en las que opera. “En el mundo, se requieren créditos a tasas bajísimas, que se financian a 20 o 30 años. Los políticos y el mercado tienen que entender que hasta que no haya ahorro a largo plazo y estabilidad, es muy dificultoso que la construcción se amplie: vivimos en un país donde las zapatillas se compran a plazos y las casas al contado”, ironiza. No obstante, reconoce que es la historia que nos toca vivir y que hay que buscar la manera para ayudar a la gente a llegar a su propia vivienda.
El formato que utilizan a lo largo del tiempo es financiar una parte del precio a la gente con recursos propios, y el aporte del mercado de capitales, en el que tienen una vasta trayectoria. Sea a través de Obligaciones Negociables en el mercado argentino, siempre con doble calificación en el internacional, tanto a través de las AFJP cuando el existían, las compañías de seguros e inversores. “Hicimos el primer fideicomiso financiero para la construcción de un edificio de oficinas y la primera securizitación de hipotecas, sin ser bancos, para construir barrios, hemos utilizado todas las herramientas que permite el mercado para poder financiar a la clase media que en definitiva es lo que necesita para llegar a la vivienda”
MILAIRES EN VILLA DEVOTO.
Según Garbarsky, el ambicioso proyecto sobre Salvador María del Carril al 5000, que involucra cinco edificios en diferentes etapas, con el 50 por ciento destinado a espacios verdes, y en el que ya se iniciaron las obras de excavación y submuros, no significa un cambio en el target al que apunta la empresa: “Está preparado para la clase media, y hemos elegido uno de los barrios residenciales por excelencia. Se financia en pesos, con amennities a los que el sector está acostumbrado, un oasis surbano dentro de la ciudad. Ya se inició la venta con muy buena recepción de la primera etapa, una obra de más de 300 departamentos, de uno a cuatro ambientes, con pileta cubierta y descubierta, gimnasio, y todas las unidades con balcón y asador”
Como dato destacable, se organizó un showroom que es el más grande de Buenos Aires, unos 1500 m2 cubiertos y otro tanto descubiertos, preparado para vivir la experiencia futura del residente.
El precio es parte del atractivo, ya que es competitivo sobre lo que se ofrece en la zona: US$ 1800 por m2. aunque financiado en pesos. “La clase media está cercana a esos barrios, y no queremos competir con otras que apuntan al segmento Premium” subraya el CEO de Ecipsa, quien destaca las ventajas de la ubicación del proyecto.
LA DEMANDA ACTUAL
“En estos últimos años el inversor se ha retirado un poco del mercado por la inestabilidad, pero la Argentina tiene una demanda inmensa de gente que necesita vivienda. ”Sin embargo, dadas las circunstancias actuales, no es posible otra cosa más que tener un mercado inmobiliario débil”, sostiene. En cuanto a expectativas, todo depende de la macroeconomía, y ésta de la situación política. “Sin entrar en cuestiones partidarias de ningún tipo, la Argentina se va a desarrollar sobre el consenso acerca de qué industria se quiere apoyar. Fomentar el ahorro a largo plazo y convencer al electorado de que no se sale sin sacrificio. Claro que esto es algo que se pide hace rato, y no se ha logrado”. Pero la construcción es un medio para hacer que el país se desarrolle; para eso debe haber crédito y para lograrlo no sólo hay que apelar al consumo. “Una economía estable y un horizonte a mediano y largo plazo, sólo así se va a reactivar la construcción. Pensar una demanda sostenible y desplegar políticas en conjunto para lograrlo” concluyó Garbarsky.