Diseñado por las paisajistas Nancy Gargiulo y Annemie Unger, fue destacado como un lugar único para aprender sobre la fauna del bosque, realizar avistaje de aves, hacer relajación y tomar conciencia ambiental.
Se trata del primer reservorio natural del país, “único en el mundo atento sus características ambientales”, según sostienen sus creadores, y se ubica en un espacio de 900 m2, dentro del predio de Cariló Golf, bajo el marco jurídico de paisaje protegido establecido por la ley provincial Nº12.099 de 1998. El diseño estuvo a cargo de las paisajistas de @jardinesmagicospaisajismo, y el manteniendo lo lleva a cabo Cariló Golf.
El colibrí o picaflor, del orden de aves “apodiformes” (que significa "sin patas"), vive mayormente en los trópicos húmedos. El nombre se debe a que algunas de las especies pasan casi toda su vida volando y sólo tocan tierra para anidar. Si bien es residente en la zona de Parque Cariló, su presencia fue en disminución debido a la preponderancia de plantaciones verdes, sin flores con el néctar necesario para su supervivencia. Bajo esta circunstancia, cobra aún más relevancia este jardín, que ofrece herramientas para que los vecinos copien las características en sus viviendas y atraigan nuevamente su presencia. Las flores favoritas del ave son las coloridas, particularmente rojas, anaranjadas, amarillas, blancas.
El bosque y las playas integran, además, un ecosistema que ha dado importantes beneficios al medio ambiente. Se ha erigido en protector del suelo, las costas, riberas y orillas, previene la erosión de los terrenos, fija médanos y dunas, configura una barrera contra la acción de los vientos marinos y posibilita la existencia de distintas especies de flora y fauna.
El jardín se puede visitar todos los días a partir de las 17 en Ñandú 964, previo a anunciarse en recepción con ingreso libre y gratuito.