Veranito para constructoras

En los últimos meses muchos desarrolladores, “están iniciando proyectos a precios competitivos y lanzándolos al mercado, tratando de beneficiarse con la baja en los costos, antes de que la situación se revierta” sostiene Valdes, quien afirma que se trata únicamente de edificios destinados a vivienda. Este impulso, se hace en la intuición de que se trata de un momento especial  en medio de una economía inestable.

Algunos con fondeo propio o  en preventas, de viviendas exclusivamente, las inversiones suman propuestas de construcción. “Actualmente hay un mix, que depende del momento de la construcción. Desde el mayorista sofisticado, que aporta la tierra y se lleva parte del negocio,  ya que entra por volumen, o el minorista que ingresa posteriormente al fideicomiso”.  Los minoristas, explica Valdes, entran en el pre lanzamiento, con precios a nivel diferencial y con una tenencia en dólares. Esta operatoria es habitual, si  se tiene en cuenta que no hay financiamiento para la vivienda, por lo cual se trata de recursos genuinos. Mientras en otros países se  ofrecen largos plazos, en la Argentina esto no sucede. Normalmente el minorista va a proyectos con tickets más chicos, que permitan cuotas durante el transcurso de la obra.
“La realidad, es que la tierra ha bajado de precio, si se considera que los acuerdos no se concretan al mismo valor que se pide, con lo cual los propietarios prefieren llevarse lo pretendido en metros.  Lo mismo pasa con los usados, que bajaron entre 15 y 20 % en las concreciones,  y quienes no lo avalan por no necesitarlo  los retiran de la venta”.

SITUACIÓN DE LAS OBRAS

El director de CRIBA SA, constructora de larga trayectoria, relata que salvo en Uruguay, donde las obras continuaron, en CABA, donde tenían doce obras en curso que pasaron a cero, debieron afrontar meses duros a partir de marzo por efecto de la pandemia.  Felizmente,  la situación  se fue paulatinamente flexibilizando y desde setiembre /octubre se va en camino a la normalización.  Actualmente tienen varios proyectos en cartera,  y en breve, lanzan uno propio en Boedo, de 114 unidades de vivienda.

El problema de la falta de insumos, que actualmente preocupa a la construcción, no los afectó demasiado debido a que hacen un plan de acopio para cada obra,” pero hay una variación grande en los precios en insumos importados, como cocinas eléctricas, hornos y anafes que no hay en cantidad, con lo que se alargan los plazos por las restricciones a la importación” precisa. “Hay sí mayores costos que afectan la productividad, ya que no se puede poner en simultáneo la misma cantidad de gremios y trabajadores, que suelen ser 500 por vez en una obra grande. Lo que tratamos es ver cómo reestructurar horarios y suplir esa baja que llega al 10%”.

La constructora lleva adelante obras en CABA o el Corredor Norte: Vicente López, Tigre y Pilar y en Uruguay y evalúan además en Paraguay. En los barrios de Belgrano, Colegiales, Palermo, están  en obra con distinto productos, pero exclusivamente de vivienda. “Las oficinas van a necesitar un replanteo del modo de funcionamiento que se está reformulando, aumentó la vacancia. El trabajo en equipo va a seguir existiendo pero no la oficina comercial como la conocíamos. En cuanto al formato, se imponen los usos mixtos. La hotelería y el retail están también sufriendo como consecuencia de los nuevos hábitos, cambió la experiencia de uso” y este es el tema del futuro inmediato, concluye Valdes.