El logro de un mayor consenso con el Gobierno

En uno de los primeros encuentros que contó con el aporte de empresarios y desarrolladores que lideran el mercado, se analizó el impacto de las medidas que se consensuaron con el Gobierno. Un logro conjunto de toda la cadena de valor de la construcción.  De manera virtual y con la presentación de Mali Vázquez, de la Cedu, participaron Damián Tabakman, presidente de la Cedu, Ricardo Griot de Pecam; Marcos Brito de Vizora, Carlos Spina, de Argencons; Florencia Miconi de IMSA; Marcos Juejati de North Baires; Santiago Tarasido, de Criba y Gustavo Menayed de Portland.

Al abrir la reunión Damián Tabakman reconoció que el panorama es complicado, pero que en esta coyuntura general, la construcción no es la más afectada. “Hay que considerar que los costos de la construcción son los más bajo en décadas, por lo cual es un momento atractivo para invertir ladrillos, producimos bienes que conservan su valor. Y esta situación hay que saber aprovecharla, aunque en estos momentos pocos invierten lo cual es un error”, ponderó, para señalar que el propio gobierno está en sintonía y ha tomado medidas que, si se traducen en leyes, serán beneficiosas para el sector en materia impositiva.

Al analizar las medidas, Ricardo Griot sintetizó: “Necesitamos construir, y para ello se requiere el crédito hipotecario”. Y recalcó que se está trabajando en ese sentido para gestar un fondo sustentable que posibilite el acceso a los créditos. “Hay que poder captar el ahorro de los argentinos. La baja de impuestos y desgravaciones generan expectativas en el sector, a la par de crear incentivos a la demanda que permitan ampliar la masa crítica de inversores”, subrayó.

Florencia Miconi, Ceo de IMASA, empresa constructora y desarrolladora de Mar Del Plata, que ha construido edificios como, el proyecto Malecón, las torres Moral, precisó que a pesar de la pandemia, las ventas hasta junio no se habían detenido, pero después ante decisiones contradictorias del Gobierno junto con la disparada del dólar y una mayor incertidumbre, la demanda se retrajo. En cuanto a herramientas para incentivar el sector, Miconi hizo hincapié en los Cedines más apropiados para dinamizar las operaciones en el corto plazo.

UNA MESA DE DIÁLOGO

“Las medidas ayudarán a los medianos y pequeños constructores”, apuntó Marcos Juejati. Y destacó que el mayor logro de esta experiencia es haber establecido una mesa de la Vivienda, de diálogo permanente que sigue funcionando. Un buen inicio que también es un beneficio para los compradores.

En ese sentido Carlos Spina en su carácter de secretario de la AEV precisó que lo más importante fue consensuar y el paso que se dio para llegar a las autoridades. Se planteó un problema de oferta fundamental, pero también de demanda. Y si bien reconoció que hoy es muy barato construir, también señaló que la demanda está muy lejos. “Por lo cual cuánto más rápido se pueda captar esa oportunidad más beneficiosa será”. No es casual que en el actual contexto, desde Argencons hayan lanzado la comercialización de Quartier del Bajo, con precios en pesos, con buena repercusión y donde, según comenta el empresario, han invertido en gran parte profesionales autónomos.

A su vez, Marcos Brito, precisó que desde Vizora había relanzando el proyecto de Remeros Beach, en el Tigre, que estuvo parado durante tres años, y que cuando estaban en etapa de excavación apareció la pandemia. No obstante, a partir de mayo mantuvieron los precios a dólar oficial vendiendo casi al costo, con un riesgo bastante alto, si bien es un proyecto de largo alcance que incluye una laguna y una serie de edificios.

Por otra parte, al ser consultado sobre los fondos inmobiliarios propuestos por la CNV con una serie de normas, consideró que es difícil su aplicación en el actual contexto se necesita mayor estabilidad, además genera mucho costo al desarrollador.

Gustavo Menayed, que había lanzado Ciudad Palmera un proyecto con Irsa de cuatro edificios en Caballito, que por el momento se encuentra frenado por cuestiones ambientales, resaltó: “Se requieren reglas claras que continúen a través del tiempo, habrá que seguir luchando para tener mayor transparencia y herramientas para mejorar la actividad, sobre todo porque la Argentina es cuna de emprendedores en inversores”.

Santiago Tarasido aportó una mirada de largo plazo y resaltó los cambios que se vienen.  En primer lugar rescató el trabajo en conjunto, lo más valioso porque convocó y reunió a toda la cadena de valor de la construcción. “Un sector que aporta a la sociedad y a la economía de modo tal de gestar obras nuevas mediante incentivos posibles”.

Pero, también puntualizó: “Estamos con una mentalidad muy de crisis, hay que poner las cosas en perspectiva. En la actualidad estamos frente a una disrupción de la tecnología, y los mayores cambios vendrán por ese lado, además de la tecnología digital BIM, ya hay drones que levantan entre 200 y 1000 kilos, el auge de la energía solar, entre otros adelantos. Hay una serie de oportunidades si se considera ese contexto”.

Además, destacó el rol de las empresas en la generación de trabajo, que en el caso de Criba, con 70 años de trayectoria, se traduce en puestos para más de 2000 familiares. “Hay que apostar por la Argentina, no pensar en irse del país, seguir trabajando en conjunto alienados con el sector”, concluyó.