El Covid19 nos forzó a una nueva dinámica con un fuerte impacto en la forma de trabajar y poco tiempo para prepararnos para este escenario. El 20 de marzo de 2020 se decretó en Argentina el aislamiento social, preventivo y obligatorio, limitando así la posibilidad de concurrir a los espacios de trabajo para la gran mayoría de las empresas. Las mismas debieron adaptarse a una nueva modalidad de trabajo.
Aún no podemos saber con exactitud cuáles serán las consecuencias ni su magnitud, pero podemos aseverar que algunas cosas ya no volverán a ser como antes, desde la organización de los espacios de trabajo hasta la interacción entre los empleados.