Obras en marcha en Selene Libertador

El emprendimiento, que ya lleva vendido el 70%, fue diseñado por el estudio Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Salaberry y Vinson Arquitectos, se erigirá en un ícono de modernidad y elegancia en la zona, donde generará un impacto en el entorno cuando se entregue en 2022, de acuerdo con lo previsto.

A cargo de la desarrolladora Grupo Chomer, con más de 60 años de trayectoria dedicada a la inversión y al desarrollo inmobiliario,  la obra se acaba de iniciar hace pocos meses. “La ubicación de este proyecto es privilegiada, ya que se encuentra a tan sólo 15 minutos de la Ciudad de Buenos Aires, rodeado de servicios: centros comerciales, colegios privados, entre otros equipamientos. Asimismo, La Lucila es un barrio casi completamente residencial  que ofrece tranquilidad y seguridad”, sostiene Iván Chomer, director Ejecutivo del grupo.

El complejo estará integrado por 45 residencias de lujo, con vistas exclusivas al rio y a la ciudad, distribuidas en 12.000 m2. Las unidades se ofrecen en tres tipologías: ambientes de 130 m2, semipisos de 6 ambientes con 250 m2 y penthouses de 9 ambientes y 480 m2; todos ellos con dormitorios en suite, palieres privados y balcones aterrazados. Asimismo, Selene Libertador ofrecerá amenities de lujo entre los que se destacan: ingreso vehicular con driveway con drop off, cocheras de cortesía, plaza interna con juegos infantiles, patio inglés, piscina cubierta en planta baja y piscina descubierta de 17 metros de largo con vista al rio, solárium, health club, gimnasio completo, vigilancia las 24 hs., salón de usos múltiples con open kitchen, sala de reuniones y de lectura, laundry, bauleras y cocheras.  Las residencias tienen valores que van desde US$ 500.000 hasta US$ 2,8 millones.

“El edificio tiene un movimiento exterior que se destaca por salir de la cuadratura del típico edificio entre medianeras. El diseño gira logrando las mejores vistas a la vez que se va renovando y ofreciendo imágenes diversas en todo su perímetro. Los balcones salientes generan esas aristas curvas, privilegiando los ángulos como oportunidades para que los espacios sean experiencias de vistas y de uso”, señala Alejandro Videla, director general de Obras de Grupo Chomer

La implantación del edificio fue pensada bajo el concepto de planta baja libre dejando el medio nivel hacia abajo como una incrustación formal de la torre, evitando la generación de sobre-edificaciones. Ello permite una optimización de las vistas, ya sea desde los semipisos, como en los cuartos de piso asegurando en todos los casos la posibilidad de tener vistas al río.