La anterior exigencia, fue modificada por la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras (DGFyCO), luego de una serie de reuniones de trabajo con las empresas especializadas en esas tareas, y con instituciones profesionales como CPAU y CPIC. No obstante, exige que el representante técnico de la empresa de demolición y excavación informe el avance de las tareas en base a una plantilla. La periodicidad del informe está determinada en base a un scoring relacionado con el riesgo de cada obra a partir de la superficie a demoler y del tipo de fundación.
En esta primera etapa, las medidas quedarán asentadas en el libro de obra físico, mientras se adapta el software para que el informe se pueda hacer directamente en el portal del Director de Obra, para concluir siendo un libro de obra digital, parecido a lo que hoy existe para el control de elevadores. Se dará importancia a que el profesional haga un buen plan, se lo comunique a su gente y sea capaz de controlar que se cumpla. De tal manera, la medida resalta el rol del representante técnico de las empresas.