Las obras de la puesta en valor del Coliseo comenzaron en 2014 y se realizaron en tres etapas, pero sin suspender la agenda cultural de la sala, e incluyeron además la renovación de la caja escénica, la cámara acústica y el piso del escenario, además del foyer e instalaciones sanitarias entre otros aspectos. Adquirido por el gobierno italiano en 1937, tiene capacidad para 1.800 personas, y su renovación requirió una inversión de $ 74 millones. Como destacó el arquitecto Alfio Sambataro, uno de los responsables de la obra, “es un teatro único en su tipología, aunque había sufrido el paso del tiempo y se había quedado sin respuesta para algunas producciones. Hoy, cumple con las más exigentes normas internacionales".
De la pasión y el esfuerzo puestos en la tarea, habló Elisabetta Riva, directora general de la Fundación, que preside la Embajadora de Italia en la Argentina, Dra. Teresa Castaldo, quien también manifestó el orgullo por el fin de los trabajos, que contaron con la colaboración de empresas y el aporte de la Ley de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires. Angel Mahler, el ministro de Cultura porteño, por su parte, anunció al hacer uso de la palabra, la próxima reapertura del remodelado Teatro General San Martín, otro de los íconos de Buenos Aires.
Tras la presentación formal, la fiesta siguió en la calle, donde un grupo de bailarines escaló la fachada de estilo racionalista, iluminados en la proeza, y acompañados por la música y el canto de “Volare” de Domenico Modugno.