Construir sustentable, el desafío que se viene

En la apertura de la reunión, que contó con el sponsoreo de Hunter Douglas Argentina, Carrier Argentina y Sipanel, el ingeniero Eduardo Spósito, presidente del Green Building Council de Argentina, destacó que era importante hablar de sustentabilidad y no de edificios verdes, porque el concepto es más amplio donde los materiales tienen una estrecha relación, pero también pasa por considerar la logística de cómo se construye, la tolerancia cero tanto en accidentes como también en los materiales, junto con el cuidado de los recursos energéticos y ambientales. “Creo que en la Argentina comenzó un proceso de construir mejor y de diseñar mejor, aunque tenemos una serie de restricciones en cuanto a las importaciones y estamos alejados del mundo”, recalcó.

Uno de los temas clave que alimentó el debate se centró en determinar las barreras que se presentan desde el punto de vista del diseño y el constructivo. El primer paso lleva a tener en cuenta el déficit energético, en un país en el cual nos acostumbramos a que los servicios cuestan muy poco, a contramano de lo que pasa en el resto del mundo. Y con un estado ausente en materia de incentivos, o indolente en hacer cumplir las normas de aislamiento térmico, que ya existen en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe. Cuya aplicación debería ser una exigencia ineludible para los constructores, pero hoy raras veces se aplica.

LOS ASISTENTES

Participaron del diálogo los arquitectos Roque Frangella, Ferrari Frangella Arqs; Luciano García Sáez, de TGLT; Guillermo Brunzini de Brunzini y Asoc.; Silvia Romeo, del estudio ASZ; Sebastián Piana y Rafaela Lía, del estudio DPA&D; Alejandro Winokur, de Newmark Bacre; Graciana Calcavecchia de Criba; Jorge Lestard, de Baudizzone Lestard; Federico Rhodius de Monarca; el Ing Claudio Tabanera de DI Construcciones; Sebastián Leder y Rubén Schrott, de Verdes Aires.

Asistieron además como sponsores, Ricardo Bezprozvanoy de Carrier; Omar Daniel Eidelstein y Diego Tahmazian, vicepresidente y director técnico respectivamente de Sipanel y María Llambach, Romina de Juana, y Roberto Impellizieri, de Hunter Douglas.

LA SITUACIÓN EN LA ARGENTINA

El papel de la educación todavía es una materia pendiente, aunque también se comentó que desde las facultades e instituciones de enseñanza, estos temas se abordan cada vez más, sin embargo hay que hacer hincapié en la incorporación de estándares sustentables, no sólo en las obras corporativas, sino en tratar desde todos los sectores de empezar a aportar materiales, diseño, logística constructiva, y ser mentores de mejores productos en cualquier construcción. Frente a un mundo que ya evalúa el balance energético cuando desarrolla un proyecto, que incluye terrazas verdes en las nuevas obras y en las existentes, o bien se piensa en doble circuito para el suministro de agua (potables y grises), la Argentina está rezagada no sólo en comparación con los países desarrollados, sino también con los de la región, por caso Chile o Brasil. Temas que se deberán empezar a afrontar porque tarde o temprano serán acuciantes.

LA FALTA DE INCENTIVOS

Los países que han evolucionado, ha sido a partir mejoras clarísimas en las tasas, el aporte de créditos como sucede en Canadá, Alemania o mismo en Brasil y Chile, se comentó, que compensan los gastos a realizar por la inclusión de determinados estándares y materiales más aptos para reducir el consumo. Un problema que se puso sobre la mesa es que muchas veces los comitentes lo primero que analizan son los costos, preponderantes sobre todo en desarrollos residenciales, y por ende, es difícil convencerlos que estos costos redundarán en un mejor mantenimiento y menores gastos para los propietarios. Y en ese aspecto, todavía el consumidor desconoce la importancia de incluir determinados parámetros, el ajuste en las tarifas hará ver, tal vez, con mayor claridad estas necesidades.  

LA BUENA ARQUITECTURA

Pero una de las conclusiones pasó por destacar que la sustentabilidad son muchas cosas, incluidas buenas ciudades, es decir en las que se contemplan las necesidades urbanas que plantea la actualidad. Y en la arquitectura, especialmente, la sustentabilidad se traduce en buenos proyectos. Que no es nada nuevo, es la base. No sólo se trata de los materiales, sino también de la organización del proyecto, el aprovechamiento de los espacios, etc. En definitiva, la buena arquitectura es sustentable, allí está el ochenta por ciento de la respuesta a la demanda de construir bien.