Se distingue porque los clientes realizan su pedido en estaciones táctiles, donde pueden elegir entre un variado menú de comidas rápidas pero nutritivas (bowls de estación, wraps, sopas, jugos naturales, aguas saborizadas, opciones dulces) y pagar de manera autónoma en pocos segundos gracias a la implementación realizada por Mercado Pago.
Además, el sistema prevé la creación de un usuario personal que registra las preferencias de cada cliente y su método de pago, con el objetivo de agilizar el proceso y lograr ofrecer una experiencia lo más personalizada posible. El menú elegido se comienza a realizar en la cocina, en una terminal automatizada con cocineros capacitados en manejo de tecnología para que en poco tiempo puedan preparar platos personalizados con ingredientes frescos y de calidad.
El pedido se retira -ya sea para llevar o para consumir dentro del local- por uno de los 18 boxes automatizados en los que aparece el nombre del cliente, quien puede tocar la pantalla táctil para retirar su comida.
La propuesta implica un proceso completamente autogestionado y automatizado, por lo que el equipo que trabaja en Fōster es un grupo de especialistas, no sólo en gastronomía sino también, en software y tecnología. Además, en lugar de mozos o camareras, hay anfitriones que cumplen la función de guiar a los clientes durante la experiencia.
Ubicado en una mansión en pleno microcentro, es también un espacio para la promoción de artistas emergentes ya que funcionará como centro de exposición de obras. El lugar ofrece, además, espacios variados, acceso a buen internet, enchufes con puerto usb y lo necesario para estar cómodo y disfrutar.
La idea fue desarrollada por tres emprendedores argentinos: Martín Zuker, Guido Stella y Mariano Fernandez.