Con proyecto del estudio ESARQ | Estudio Swiecicki Arquitectos, éste debió prever que los accesos y salidas de emergencia se situaban junto al escenario, condicionando tanto las visuales como la circulación interior. Otro obstáculo importante fue su ubicación sobre la Avenida Madero, con un alto nivel sonoro exterior que no debía entrar en conflicto con los altos requerimientos acústicos del interior. La propuesta, dio solución a todos esos retos, optimizando el espacio al máximo, sin perder el objetivo de privilegiar la mejor ubicación a las butacas y sus visuales. Para ello, configuraron la sala en dos sectores, uno con circulación perimetral más cercano al escenario, y otro posterior con circulación central. Gracias a un cerramiento móvil, la sala puede quedar divida en dos para eventos de menor capacidad. El tema acústico se solventó con un trabajo de perfil de cielorraso y de límites laterales fabricados en madera de diferentes absorciones según su ubicación.
En cuanto a los equipamientos del auditorio, queda patente el papel protagónico de las butacas, por su respuesta al uso frecuente, características tecnológicas y confort requerido para los usuarios, así como por su aporte estético a la sala. Se optó por un modelo de butaca que permitía el mejor aprovechamiento del espacio, respetando a la vez las dimensiones mínimas determinadas por el Código de Edificación de Buenos Aires para la butaca en general y los anchos de paso. El modelo escogido fue la butaca 6035 Flex, de la firma española Figueras, la más compacta de la gama, con un singular movimiento de cierre sincronizado con los brazos. La butaca se acompaña de la mesa independiente F45 en todas las filas, a excepción de las butacas delanteras, que incluyen la mesa F1000, de mayores dimensiones. Todos productos cumplen con los requisitos necesarios de calidad, protección contra incendio, confort, prestación técnica y dimensiones y anchos de paso requeridos.